Assassin’s Creed – La Hermandad (ANÁLISIS X360)

| 2011-05-20 | No hay comentarios »

Vuelve Ezio Auditore, un año después de Assassin’s Creed II (parece que se ha convertido en una cita anual, de la misma forma que Activision y su ración de Call of Duty), para acabar lo que empezó, aunque esta vez no viene solo ya que es el nuevo líder de la hermandad de asesinos.

Nada es verdad, todo está permitido. Requiescat in pace

FICHA TÉCNICA

Género: Sandbox

Desarrolladora: Ubisoft Montreal

Distribuidora: Ubisoft

Plataformas: PS3, Xbox 360, PC (prox.)

Plataforma analizada: Xbox 360

Versión analizada: PAL España

Precio: 69’95 €

Edad recomendada: +18

Año de publicación: 2010

Página oficial: http://assassinscreed.es.ubi.com/brotherhood/

Otra información: Texto y voces en español

ANÁLISIS

La saga empezó con un prometedor juego en un género que no sabía otra cosa que hacer el cafre a lo GTA. Con una idea realmente buena, rodeado de una fantástica ambientación y una historia que, si bien es cierto podía haberse contado mejor, nadie duda que fuera de lo más fascinante que hemos podido ver los últimos años. Lástima que la ejecución final no fue lo que todos esperábamos y se hizo algo monótono, aunque apuntaba muy buenas maneras.

Ubisoft tomó nota de sus fallos y nos trajo dos años después una segunda parte completamente renovada, con mucha más variedad de misiones, situaciones y nuevas características, pero sobretodo con una historia a la altura. Sin duda Ubisoft le dedicó esfuerzo y cuidado a una saga que sabía de sus posibilidades, no en vano, es una de las más exitosas de la presente generación.

La franquicia creada por Ubisoft Montreal nos cuenta la historia de dos organizaciones, asesinos y templarios (hoy en día conocidos como Industrias Abstergo, que buscan tener el control de toda la humanidad mediante algo que llaman el Fruto del Edén), enfrentados desde hace siglos. Desmond Miles es un descendiente de los primeros (dedicados a salvar el mundo), que es capturado por Industrias Abstergo y usado en una máquina llamada Animus, que sirve para recrear la vida de sus antepasados, memoradazas en su propio ADN. En el primer título revivimos la vida de Altair Ibn La-Ahad, un asesino de las cruzadas. En la segunda parte, los templarios pensaban que ya tenían la ubicación del mencionado Fruto del Edén y pretendían matar a Desmond, pero Lucy lo impidió (resultando formar parte del clan de los asesinos) y escaparon para usar otro Animus y revivir la vida de Ezio Auditore, su antepasado en el renacimiento, pero son encontrados y deben huir, pero ¿dónde pueden estar a salvo?

La Hermandad retoma la historia justo en el punto donde se quedó el anterior título, con Ezio Auditore en el Vaticano con el Cetro Papal en la mano, después de derrotarlo y de flipar con el mensaje de la diosa Minerva. Por lo que es más que aconsejable haber jugado, como mínimo, al anterior Assassin’s Creed 2 para enterarse de qué va la historia y de sus movimientos (incluso el haber jugado al DLC de la Batalla de Forli ayudará a entender la relación entre Ezio y Caterina Sforza, quien tiene un papel destacado en esta aventura). Aunque tenemos un resumen muy bueno al principio del juego que nos pone en situación (y que podéis ver en el siguiente vídeo), considero que no es suficiente para entender todo lo que rodea al título.

Primero de todo quisiera dejar claro que este juego no se considera la tercera parte de la saga ya que no se ha cambiado de época ni de protagonista. Pero tampoco quisiera que os penséis que es una mera actualización del 2 con Multijugador, nada más lejos de la realidad ya que como veréis en el análisis es muchísimo más que eso, es sin duda el mejor y más completo de la saga.

Digo esto porque la historia avanza muchísimo, y no solo gira en torno a Ezio Auditore da Firenze, ya que como todos sabéis este personaje solo es el protagonista del Animus. El personaje principal de la saga es Desmond Miles, quien junto a Lucy y su equipo escapan de Abstergo para refugiarse en un idílico paraje e instalar su base de operaciones. En esta ocasión se ha concedido un mayor peso a la etapa actual, profundizando en su historia y en la de sus personajes (hasta ahora desconocidos), ya que en esta ocasión podremos salir del Animus cuando deseemos (un aviso nos indica que tenemos cosas que hacer) y hablar con ellos, pasear o leer nuestros emails. Y veremos cómo esta historia también avanza hasta dejarnos con un final que nos deja de piedra (como si se tratase de un final de temporada de Perdidos o Prison Break), con ganas de más, mucho más.

Tras abandonar el Vaticano y volver a Villa Auditore, los Borgia atacan Monteriggioni con toda su rabia. Tras unos acontecimientos que no mencionaremos para no revelar nada de la trama, vemos como nuestras habilidades, así como nuestro nivel de vida, son reducidos al mínimo (una manera de buscarle un sentido al hecho de tener que volver a conseguirlo todo y motivarnos para hacerlo). Y nuestro protagonista se ve obligado a viajar hasta la ciudad de Roma para acabar lo que empezó.

Para los que no hayan jugado todavía a un Assassin’s Creed, nos ponemos en la piel de un asesino en un mundo abierto, en esta ocasión inspirado en Roma, donde nos encontramos con gran variedad de situaciones y acciones para hacer, ya sea siguiendo la trama principal de la historia, entreteniéndonos con misiones secundarias o submisiones, etc., todo ello a pie, escalando y saltando por edificios o a lomos de un caballo.

Bienvenidos a Roma

La capital del renacimiento es uno de los grandes reclamos del juego, después de no poder gozar de ella en el anterior juego. Roma es muchísimo más grande que cualquier ciudad que hayamos visto en la saga, lo que contribuye al debut de los caballos en el interior de la ciudad (aspecto que se ha pulido bastante, dicho sea de paso). Se puede apreciar un contraste de culturas, las mismas edificaciones cambian de una zona a otra (notándose la diferencia de la zona rica a la pobre), gente en la calle pidiendo limosna o haciendo malabarismos, incluso si nos paramos a escuchar de qué hablan alucinaremos con temas que sucedieron realmente en esa época, ¡esta ciudad tiene vida propia! Luego está la representación de las edificaciones más características de la capital (el Coliseo, el Panteón o la mismísima Capilla Sixtina), perfectamente documentadas y recreadas a la época del juego con el máximo nivel de detalle. Extraordinario trabajo.

En esta gran ciudad también tenemos Atalayas que escalar para así desbloquear nuevas zonas en el mapa, aunque en esta ocasión estas pueden ser también torres de la familia Borgia, una en cada distrito de la capital, gobernadas por un miembro de la familia, de modo que tendremos que acabar con el capitán Borgia de turno (clasificados por nivel de dificultad) para escalarlas y tomar posesión de ellas con la simbólica quema de torres y liberarla de la influencia Borgia. A partir de ese momento tenemos a nuestra disposición ese distrito para renovar sus tiendas (bancos, herrerías, sastrería y establos) y túneles (los cuales nos sirven para desplazarnos rápidamente por toda la ciudad), otra de las novedades, ya que en esta ocasión deberemos ir renovando toda la ciudad de Roma para que esta suba de valor, de la misma forma que ya hicimos en el anterior juego con Monteriggioni.

Para los que dijeron que Assassin’s Creed 2 era monótono o poco variado se van a encontrar en la Hermandad un «Zasca, en toda la boca», ya que la cantidad de misiones (ya sean principales, secundarias o de búsqueda) que tenemos que hacer será para estar bien entretenido un buen número de horas. Pero lo mejor de todo es que en ningún caso se vuelven reiterativas ni monótonas, ya que la variedad introducida es enorme. Para empezar, las misiones principales son completamente distintas unas de otras, a cada cual más espectacular (algunas alcanzan cotas realmente brillantes). Volvemos a recoger plumas (solo hay 10), estandartes (101 en total), tesoros (hay alguno más, pero solo los 144 ubicados en Roma cuentan para la sincronización total), aunque podemos comprar sus mapas de ubicación en las tiendas y grifos (sí, vuelven los acertijos; hay 10 en total). Las tumbas asesinos del anterior AC2 han sido substituidas por las misiones de Rómulo, repletas de puzzles y rompecabezas al más puro estilo Prince of Persia, con las que conseguiremos desbloquear su armadura. Destruir las máquinas de guerra que Leonardo da Vinci fabricó para los Borgia, asesinar o meter una paliza (que nos proponen miembros de la hermandad), retos de gremio o unas misiones donde ondearemos un poco en el pasado de Ezio y un antiguo amor de Florencia, llamado Cristina Vespuzzi, serán solo algunas tareas más que deberemos hacer.

Por si esto fuera poco, en las misiones principales nos propondrán objetivos adicionales en forma de retos, necesarios para conseguir el 100% de sincronización (es decir, la misión perfecta con un objetivo secundario). Si no conseguimos un objetivo de sincronización completa la misión solo contará el 50%. Esto nos induce a esforzarnos y buscar estrategias distintas a las habituales si queremos desbloquear el 100% del juego. Algunos motivos que tenemos para ello son, a parte del orgullo de tener el juego al 100%, son los trucos u objetos que desbloqueamos (ocho en total).

Sistema de combate

La Notoriedad vuelve a estar presente en el juego para medir nuestros actos vandálicos (aunque no en los primeros compases del juego), de manera que seremos el objetivo de los enemigos a menos que consigamos bajar este indicador arrancando los típicos carteles, sobornando heraldos o asesinando oficiales corruptos. Otro aspecto que vuelve a estar presente es el medidor de detección (esas flechas hacia debajo de color amarillo y rojo que representan la sospecha hacia Ezio), que se ha visto potenciado muchísimo. Ahora ya no solo tenemos los tres colores sino que tendremos una barra para cada color, que nos indicará exactamente el nivel de sospecha en cada momento: detección, búsqueda, investigación, persecución o evaporación.

Podemos apreciar una evolución en el sistema de combate, para empezar ya no solo nos encontramos con combates contra soldados, sino a caballo, con alguna máquina o de infiltración, que dicho sea de paso, no son tan brillantes como el resto (principalmente debido a una IA poco trabajada en este aspecto). A parte de poder recoger las armas que dejen nuestros enemigos, podremos encadenar golpes (una práctica bastante habitual en la presente generación), es lo que se conoce como ejecución. Y luego están las rachas de ejecución, que las ejecutaremos al finalizar una ejecución o desarme pulsando el botón de mano resaltando a otro rival, de manera que Ezio arremeterá contra este liquidándolo de una estacada (con un movimiento tan difícil como como espectacular). Lástima que todavía no podemos usar armas en ambos brazos.

En un punto avanzado de la historia, podremos reclutar asesinos que formarán parte de nuestra Hermandad y nos ayudarán en la lucha contra los Borgia (incluso tenemos la opción de personalizarles las armas o el color). Para ello les enviaremos por toda Europa a realizar misiones y subir así de rango hasta convertirse en maestros asesinos. Estos asesinos nos podrán ayudar en cualquier momento del juego a acabar con algún enemigo (mediante un botón salen de entre los arbustos, a lomos de caballo para ayudarnos o lanzan una lluvia de flechas que acaban en un instante con todos los enemigos). Pero cuidado, ya que si los enviamos a misiones demasiado difíciles o a atacar a un rival importante sin tener el suficiente nivel pueden ser ellos los asesinados, lo que nos obligará a adiestrar a nuevos.

La IA ha mejorado considerablemente, ahora ya no esperarán cola para atacarnos hasta que hayamos acabado una ejecución. Aunque tampoco os penséis que nos atacarán todos de golpe, porque hay cosas que no cambian, de la misma manera que los soldados siguen sin saber nadar (a la que caen al agua mueren ipsofactos). En cambio la IA en sigilo poco o nada ha cambiado. Con la ballesta (una de las novedades en el arsenal armamentístico, y permitidme si os digo que es brutal) podremos acabar de una forma sencilla con casi todos los enemigos.

Lo que sí hemos notado ha sido una evolución importante en las armas, tendremos que fijarnos en sus skills (características) a la hora de adquirirlas ya que unas irán mejor que otras para contraatacar o defendernos. Y eso sí, vale la pena disfrutar la ejecución que nos proporciona cada arma, a cada cual más espectacular. Con todo ello nos encontramos ante unos combates más divertidos que en entregas anteriores.

Gráficos

La palabra más adecuada para definir el apartado gráfico sería sublime, una auténtica delicia. La perfecta recreación de la Roma del siglo XVI es digno de elogio. El motor gráfico usado es una puesta al día del antiguo Anvil (usado en entregas anteriores) llamado Scimitar, capaz de trabajar con numerosos personajes y detalles en pantalla con gran calidad. Podemos apreciar una mejora considerable en los modelados de los personajes principales (algunos como Caterina Sforza o Leonardo da Vinci los veremos algo distintos), y sus animaciones son realmente alucinantes (sobretodo las ejecuciones). Los escenarios son lo mejor de este apartado, sin duda poder apreciar con absoluta fidelidad lugares tan emblemáticos como el Coliseo, la capilla Sixtina o el Panteón nos ponen los pelos de punta.

Eso sí, como suele ocurrir en un mundo abierto se aprecia algo de popping (generación de elementos y personajes en pantalla a cortas distancias), algo más acentuado que en entregas anteriores, especialmente cuando vamos a caballo. Otro aspecto que vemos cojear es en la tasa de imágenes, por momentos por debajo de los 40 fps, y es que probablemente esta ligera actualización de Anvil no sea suficiente.

Sonido

Trabajado y cuidado hasta el mínimo detalle. Con un doblaje de auténtico lujo, aunque nos hayan cambiado la voz de Leonardo da Vinci. Podemos escuchar incluso a los transeúntes hablar de cosas que realmente sucedieron en la época. Los sonidos del juego lucen de la misma forma a un gran nivel. Y la banda sonora es digna de mención, Jesper Kyd ha sido nuevamente el encargado de semejante maravilla, que nos pondrá en tensión en momentos de infiltración o cuando la acción lo requiera, brillante.

Multijugador

Es sin ninguna duda, la principal novedad en el título y en la saga, y lejos de ser un mero añadido es un modo muy adictivo e innovador, lejos de lo que podría parecernos, a priori, un modo imposible o inapropiado para esta franquicia. Una interesante introducción nos pone en situación y nos relata el motivo que lleva a estos enfrentamientos, que no es otro que un campo de entrenamiento para los soldados de Abstergo con las habilidades que han extraído de los diferentes sujetos capturados. ¿Recordáis la sala llena de Animus por la que se escapó Desmond en el anterior AC2? Cada Animus está a la espera de acoger a un ocupante en un programa en el que no solo aprenderán a matar, sino que también competirán sin piedad con sus compañeros.

Nos encontramos con tres modos para 8 jugadores, «Se Busca» es el más adictivo de ellos y vendría a ser el juego del gato y el ratón, interpretando ambos papeles. Nos pone en la piel de un personaje (el barbero, el galeno, el merodeador, el sacerdote, el noble, el verdugo, la cortesana, la arlequina, la contrabandista y un largo etcétera, algunos de ellos los iremos desbloqueando a medida que subamos de nivel o comprándolos en uPlay, cada uno con su propia arma) en un escenario repleto de escondrijos, trampas y obstáculos, donde debemos asesinar a nuestro objetivo (representado por una imagen) al mismo tiempo que nosotros somos la presa de otro de los asesinos (jugadores). Para ello disponemos de una brújula que nos indica la dirección y altura del objetivo (no la posición), la amplitud del arco aumenta cuando nos acercamos al objetivo. La gracia principal radica en que los transeúntes y demás gente que encontramos por el escenario tienen nuestros mismos skins, lo que nos dificulta la tarea de identificar a nuestro objetivo. Además, disponemos de habilidades como disfraz o transformación que nos sirven para camuflarnos mejor entre la multitud.

Alianza Vendría a ser lo mismo pero en grupos de dos. Cacería Humana, es otra modalidad por equipos donde iremos intercambiando los papeles de presa y perseguidor. Luego tendríamos un cuarto modo que es una ligera variante del primero de ellos, llamado «Se Busca Especial».

A medida que subimos de rango desbloqueamos nuevas habilidades (disfraz, bombas de humo, cañón oculto, cuchillos, señuelo o veneno, solo son algunos) que podemos usar durante la partida, aunque deberemos esperar un tiempo de reactivación hasta que se recarguen. De la misma forma que en otros juegos también tenemos rachas de asesinatos, que nos otorgan puntos adicionales o mejoras (como una brújula más precisa o reducir la del rival, mayor velocidad al escalar, reducir el tiempo de aturdimiento, etc.).

NOTA

LO MEJOR

– Sobresaliente la recreación de Roma (sobre todo si la habéis visitado, fliparéis)

– Increíble el trabajo de documentación que hay tras este juego (y la saga entera)

– El excelente modo Multijugador, novedad en la saga que le ha sentado francamente genial

– Muchísima más variedad, haciendo imposible aburrirse con él

– Un doblaje simple y llanamente PERFECTO

– Dificultad más ajustada que en AC2, lo cual resulta más laborioso conseguir el 100% de sincronización

– La novedad a nivel jugable de controlar a La Hermandad

LO PEOR

– La IA en momentos sigue siendo mejorable

– Exceso de popping, lo cual hace necesario una actualización del motor gráfico

– En ocasiones cuesta un poco encontrar una partida Online

– El último nivel en España es mejorable, el control con el Fruto del Edén es horrible, y demasiado lineal

CONCLUSIONES

Nos encontramos ante el mejor título de la saga, sin lugar a dudas, y uno de los mejores del año. Lejos de ser una expansión, es un juego mucho más pulido que en entregas anteriores y con importantes mejoras como La Hermandad o el Multijugador, una brillante idea muy bien llevada a cabo, que nos alarga mucho la vida útil del juego. Por si esto fuera poco, han incluido infinidad de tareas para hacer que añaden más variedad al título y unos retos que nos obligan a superar las misiones de una manera más «limpia» para superar el juego al 100%, lo que nos trae una historia que por variedad de retos e intensidad supera al anterior, aunque no en duración (algo más corta), llegando a resultar un juego de compra obligada. Sí es cierto que hay algunos aspectos que empañan la excelente calidad del título, como el exceso de Popping o una IA mejorable, aspectos que Ubisoft los tiene en cuenta, y viendo el especial mimo que dedican a su franquicia estrella, de bien seguro que estarán más trabajados en Assassin’s Creed 3.

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