¿Influyentes o Populares? : La eterna discusión de quién es más en Twitter

| 2010-08-10 | No hay comentarios »

Mario Romero Editor de TransMedia.cl 08.08.10.- A quienes se desvelan por obtener el preciado sello de «ser seguido» por algún «famoso» en Twitter o bien no se resisten a mencionar cuántos seguidores les faltan para alcanzar alguna meta, son casos que día a día se pueden apreciar en esta red de los 140 caracteres.

Es la competencia que se ha tornado descarnada entre seres comunes y corrientes y personajes (especialmente de televisión) que buscan esos cinco minutos de fama en las redes sociales y que aún no entienden ( ni menos lo harán) que éstas no son un ranking de farándula sino una forma más de comunicarse entre uno y otros.

Hace un tiempo atrás, la gente de Betazeta, responsables de aglutinar blogs que van desde la tecnología (Fayerwayer) hasta temas de mujer (Belelú) organizó con el respaldo de una firma de celulares y Movistar un encuentro basados en los twitteros «más famosos» de Chile, lo que permitió que seres que vivian en el anonimato estrecharan la mano de animadores y periodistas de televisión y se aprovecharan de tomar fotografías que finalmente fueron a parar a las páginas sociales de los medios de papel.

¿Eso es bueno? Pues se podría decir que la forma de plantear un primer encuentro es positiva, pero también cruzó la delgada línea de la manoseada farándula, toda vez que un estudio posterior de la UDP y la agencia CR Comunicaciones dió a conocer un «Ranking» con los mal llamados «más influyentes» de Twitter.

No es lo mismo ser «famoso» con ser «influyente», así como tampoco es lo mismo ser «popular» que tener más de 100 mil seguidores, pues sin importar los números, quien puede dar mejores datos, informar o bien marcar una diferencia dista mucho de un personaje que sólo baila en un cuestionado programa de televisión juvenil. ¿Qué aporte puede dar un muchacho que apenas a recorrido unos años? ¿Qué ejemplo de vida puede dar una muchacha que sólo muestra avances en su nivel de silicona?. Pocazo.

Es preferible mencionar que en esta red de microbloggin (que no es Facebook) la herramienta por muchos no es entendida, y muchos han creído que ésta garantiza salir en televisión o que con su «cantidad» de seguidores pueden apretar «enter» y escribir en blogs o diarios pagados o gratuitos reemplazando al periodista que estudió cinco años en una universidad, el cual lamentablemente no ha entendido el mensaje que nos deja esta experiencia.

Sin duda que el lado solidario y positivo es haber reunido a la mayoría de los twitteros con conciencia social y participar en ayudar a Felipe Ibáñez, ( @pipeinformatico) quien sufre una penosa enfermedad, y para quien se organizó una » pipetón» para lograr en parte, lograr mejorar su calidad de vida. Eso es destacable sin lugar a dudas.

Acá hay que dejar de lado los egos, aquéllos que desvían el aporte de fondo para construír una red social mucho más eficiente, constructiva y menos confrontacional, sin que por ello se impida la libre expresión de quienes participamos de ella.

Llama poderosamente la atención que muchos periodistas deportivos dedican la mayor parte de sus posteos en denigrar, ofender y denostar a quienes no comparten sus dichos, como es el caso de Felipe Bianchi, conductor de CHV y pagado por la empresa Claro para que «de sus opiniones» vía SMS ¿Acaso las empresas no evalúan esos comportamientos y sólo de dedican a abrir sus chequeras fomentando la ofensa?.

Twitter da para mucho, y los chilenos estamos dedicando cada vez más tiempo a comunicarnos en 140 caracteres, y ojalá éstos sirvan no sólo para que aquéllos mal etiquetados como «influyentes» escriban sobre su última adquisición, su nuevo viaje fuera de Chile, pagado por una empresa, o en qué restaurante de cinco estrellas están cenando, ya que de ese modo, sólo acrecentan la otra brecha, la social, aquélla que no se mide por el último iPhone o Mac comprado.

Más bien es un ejercicio de conciencia para aquéllos que cuentan con miles de miles de seguidores quienes ilusamente los ven como ejemplos a seguir y no dan el ancho ni el largo pues están tan sumidos en sus propios egoísmos que sólo se interesan en sumar seguidores y no en agregar valor a personas que están solas o que necesitan un simple saludo.

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