Se ha sostenido que la inteligencia era hereditaria y que, así como sucedía con las diferencias entre individuos, igual sucedía con las diferencias entre grupos sociales, étnicos o raciales. Los test de coeficiente intelectual parecían mostrar que el hecho de que los judíos Ashkenazi figurasen en la cima, seguidos por los asiáticos de Extremo Oriente, los blancos en general y por último los negros, estaba determinado por la herencia, y sólo después por la cultura. De ahí que los programas sociales para elevar el coeficiente intelectual eran innecesarios ya que si las desigualdades intelectuales estaban escritas en los genes igual… Continuar leyendo